Desconfiar es bueno. Vender una propiedad sin un plan de riesgos, no tanto.

Ante la decisión de vida que implica vender tu propiedad, es normal sentir una incomodidad. No es miedo, es desconfianza. ¿Será correcto lo que me dicen? ¿Me estarán ocultando algo? Esa sensación no es un problema, es tu principal herramienta de protección. La clave no es eliminarla, sino usarla para construir un plan sólido que te dé el control.

Los puntos ciegos que la desconfianza no siempre ve

La experiencia en el mundo financiero me enseñó que el precio de una propiedad es solo la punta del iceberg. Los verdaderos desvíos en una operación surgen de “puntos ciegos” que solo se revelan cuando ya es tarde.

Más que afirmar cuáles son los riesgos, te invito a hacerte algunas preguntas clave que toda persona preparada debería poder responder:

  • Sobre la Documentación: ¿Estamos 100% seguros de que la carpeta de la propiedad está blindada ante la revisión del escribano más exigente? Un pequeño detalle puede frenar una operación durante meses.
  • Sobre la Negociación: ¿Tenemos una estrategia clara para la primera oferta que llegue? ¿Y si es muy baja? ¿O si tiene condiciones inesperadas?
  • Sobre el Proceso: ¿Cómo filtramos a los curiosos de los compradores reales para invertir nuestro tiempo y energía solo en lo importante?

La desconfianza sin un mapa de estos puntos ciegos puede llevar al agotamiento. Y las decisiones tomadas desde el cansancio raramente son las mejores para tu patrimonio.

Un enfoque basado en la ‘adversidad controlada’

Confiar no significa ceder el control. Significa apoyarse en un proceso diseñado para protegerte. Mi filosofía de trabajo se basa en transformar la incertidumbre en lo que llamo “adversidad controlada”. No es una fórmula mágica, son tres pilares de sentido común que construyen tu tranquilidad:

  1. Preparación Quirúrgica: El primer paso siempre es auditar cada papel y cada detalle de la propiedad. La idea es simple: neutralizar cualquier posible obstáculo antes de que un comprador pueda usarlo como argumento para bajar el precio.
  2. Inteligencia de Mercado: El valor de tu activo patrimonial debe fundamentarse no en percepciones, sino en datos de ventas reales y comparables. Esto nos da un poder de negociación basado en hechos, no en opiniones.
  3. Comunicación Estratégica: El objetivo es diseñar un plan para gestionar las consultas, las visitas y las ofertas, dándote siempre la última palabra, pero sin exponerte al desgaste del proceso.

Tu tranquilidad se construye antes de publicar el aviso

La pregunta clave no es si desconfiar o no. La pregunta es: ¿tengo un plan que use esa desconfianza a mi favor? ¿Un plan que me prepare para los escenarios probables y también para los improbables?

Si compartis estan reflexiones y querés pasar de la duda a un plan de acción claro, te invito a que conversemos. No es una charla de venta, es una sesión de estrategia sin compromiso para darte claridad sobre tu situación particular

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